Su sueño, nuestra pesadilla


Luis Aragonés ha dirigido durante su ya larga trayectoria a multitud de equipos en primera división: Atlético de Madrid, Barcelona, Valencia, Sevilla, Betis, etc. Ningún entrenador en activo puede comparar su historial en los banquillos. Un historial al que lógicamente sólo le faltaba la Selección. Así lo sentía Luis, quien ansiaba desde hace mucho tiempo coger los mandos de "La Roja". Era un reto personal. El sueño del de Hortaleza era que España fuera su broche de oro. Pero ese sueño se ha convertido en la pesadilla de la mayoría de aficionados de la selección.

Sin embargo no parecía que fuera a ser así. Aragonés llegó a la Federación con un discurso ilusionante. No temía calificar como un fracaso si nuestro equipo no alcanzaba los cuartos de final del Mundial. Y tampoco parecía tener ningún problema en abandonar el banquillo si se produjera tal situación. Finalmente caímos en octavos ante Francia y Luis se la envainó. Su empeño por que su carrera como mister no tuviera un final tan amargo le hizo continuar cuando lo más razonable hubiera sido que se produjera su relevo. No cabía esperar un gesto de cordura desde la Presidencia de la RFEF, pero sí por parte de Luis aragonés. No fue así. Tras las derrotas ante Suecia e Irlanda del Norte se hizo más evidente que la Selección necesitaba urgentemente un cambio. Cosas del fútbol hicieron que dos victorias en pachangas ante Argentina e Inglaterra salvaran el cuello de Luis. Una tirita que no tapaba la herida existente. Ante Dinamarca se ha vuelto a comprobar. El equipo juega mal. Lo hace porque no cree en él ni en su entrenador. Por si fuera poco el ambiente está más enrarecido que nunca. Luis señala con el dedo a culpables, filtra conversaciones a la prensa que luego niega y lo que es peor, empieza a dar síntomas de agotamiento. Lo último que ha declarado es que España no está entre las cinco mejores selecciones del mundo. Tal vez tenga razón, pero ¿tampoco estamos entre las mejores 16 de Europa? ¿somos peores que Suecia, Dinamarca, e Irlanda del Norte? No somos Brasil, pero tampoco nos merecemos a alguien que no crea que podemos pelear por serlo.

1 comentarios:

Lorena dijo...

Estoy hasta la seta del fútbol, te repites más que el ajo.... Quiero cambiar