Dificil pesimismo


En ciclismo puedes ganar una etapa de dos maneras. Una es escapándote del pelotón a mitad de carrera. La otra es llevársela al sprint. Si aplicamos esta teoría al fútbol no cabe duda de cuál es la opción elegida por el Real Madrid para alzarse con la Liga. Es el estilo de Schuster: ganar todos los puntos posibles cuanto antes. Lo ha demostrado en sus distintas experiencias como entrenador en España. Con el Xerez estuvo cerca de ascender a Primera en dos ocasiones gracias a una primera parte de la temporada espectacular, pero acabó desinflándose. Al Levante, un recién ascendido en 2004, le tuvo en la primera vuelta en puestos europeos. Sin embargo, acabó siendo cesado cuando los granotas estaban a cinco puntos de la zona de descenso (sin el alemán el Levante acabó yéndose a Segunda). Algo similar le ocurrió con el Getafe. Sendos espectaculares arranques ligueros permitieron a los azulones no pasar apuros, aunque en los últimos encuentros el equipo acabó empeorando.
Ahora con el Madrid, Schuster está siguiendo el mismo plan. Pasado el ecuador del campeonato, los madridistas van camino del récord. Ya distancian en nueve puntos al Barcelona y se proclamaron campeones de invierno con los mejores números de la historia. Cabe preguntarse qué va a pasar dentro de un par de jornadas cuando la temporada llegue a sus momentos decisivos. Es posible que al Madrid le pase lo que le ocurrió a Xerez, Levante o Getafe y, siguiendo el símil ciclista, le entre la ´pájara´. El madridismo tiene muy presente el desplome que sufrió con Queiroz. Hasta la final de Copa del Rey en Sevilla contra el Zaragoza los madridistas iban a ganarlo todo, pero a partir de ahí cayeron en picado y acabaron arrastrandose en las últimos encuentros de la Liga. En ese momento, el preparadaor físico del equipo era Walter Di Salvo. El mismo que el de ahora.

Sin embargo este Madrid es distinto a aquel anárquico plantel de galácticos entrenado por el inexperto segundo de Ferguson y, por supuesto, al Xerez, Levante y Getafe. Los blancos tienen una plantilla mucho más amplia y con mayor calidad que la de los antiguoes equipos del alemán y con un carácter, una juventud y unas ganas mucho mayores a la de los Figo, Beckham, Ronaldo, etc. Además las diferencias que está acumulando con sus perseguidores son enormes. Unos rivales que, por si fuera poco, no dan muestra de mejoría. Por si fuera poco, los blancos ya han solventado las salidas más complicadas y en la segunda vuelta, sus lejanos perseguidores tendrán que visitarle en un Bernabéu (como acaba de hacer el Villarreal) en el que están intratables.
Es difícil ser pesimista si uno es seguidor del Real Madrid. Al menos en la Liga. Otra cosa es la Champions. Puede que el Madrid no llegue a las eliminatorias claves de la Copa de Europa en el mejor estado de forma. Si lo hiciera, alguien en la 'Casa Blanca´ tendría que hacerle un monumento a Schuster… o a Di Salvo.

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