'Cracks' y penaltis: la maldicion del fallo


Cuando Dani Alves se dirigía a lanzar el quinto penalti del Sevilla en la tanda de ayer ante el Fenerbahçe, pensé que lo fallaba. Me acordé de esa especie de maldición que hace fallar desde los 11 metros a los mejores. El caso más recordado es el de Roberto Baggio en la final de Mundial de Estados Unidos 94. Baggio era en ese momento, con permiso de Romario, el mejor futbolista del planeta. Llevó a Italia a una final contra Brasil que se decidiría en la tanda de penaltis. Con 3-2 a favor de los ‘canarinhos’, el último lanzamiento le correspondía al 10 ‘azzurro’. La pelota, esa que durante todo el campeonato había cumplido sin rechistar todas las fantasiosas órdenes de ‘Il Codino”, le dio la espalda a Baggio marchándose por encima de la portería que defendía Taffarel. La Copa del Mundo se iba a manos cariocas.
En España recordamos quienes fueron los que fallaron los penaltis de la final del Europeo Sub-21 del 96 casi más que los protagonistas de otros torneos de categorías inferiores que si ganamos. Esa final se la llevaron los italianos porque unos tales Raúl y De la Peña no acertaron desde el punto fatídico.
Hay otros casos destacados. Como el de Shevchenko, que decidió desde los once metros dos Copas de Europa con la camiseta del Milan al reservarse el ucraniano el lanzamiento definitivo. En 2003 tocó la gloria marcando ante la Juve, pero dos años después viviría la cara amarga del fútbol fallándolo ante el Liverpool.
Destaca también lo de Samuel Eto’o, cuando falló el penalti clave en las semifinales de la Copa de África de 2006 ante Costa de Marfil. Se trataba del lanzamiento número 23. Todos los jugadores (incluidos los porteros) habían lanzado y marcado. Cuando le volvió a tocar a Eto’o, el camerunés falló. Quizá recordaría en esos momentos el partido que disputó contra Egipto y que impidió que su selección se clasificara para el Mundial de Alemania por un penalti en el 95’ que no se atrevió a lanzar y que le tocó fallar a Wome. Al menos, en la Copa de África, Eto’o si asumió la responsabilidad que se le exige a un jugador de su grandeza. Porque los penaltis sólo los fallan los que los lanzan, y para lanzarlos hace falta tener carácter y valentía. Esto es aún mucho más aplicable a los penaltis decisivos en las tandas de los grandes torneos. Esos que sólo se atreven a tirar los futbolistas con más personalidad, que suelen coincidir con los de más clase. Por eso nos acordamos de ellos cuando los marran. Dani Alves lo falló, pero también lo habían hecho antes Escudé y Maresca. Sin embargo, la imagen que quedará para el recuerdo de los sevillistas es la del lateral. Es lo que tiene encargarse del lanzamiento crucial; que no hay margen de error. En esa incómoda situación nadie puede asegurar el acierto y muy pocos que no se esconderán.

1 comentarios:

Anónimo dijo...

también sabias que iban a eliminar al madrid de la champions?