El fantasma del Festimad 2009

Si los festivales, como los seres vivos, nacen, crecen, se reproducen y mueren, podemos asegurar que Festimad ya cubrió todo su ciclo vital. La otrora mítica cita madrileña, por la cual han desfilado grupos de la talla de Radiohead, Rage Against The Machine, Metallica, Los Planetas, Smashing Pumpkins o Cypress Hill, entre otros, es un cadáver cuya brillante historia le impide desaparecer del todo. La recién presentada edición de 2009 será la de un festival fantasma, y no sólo por la culminación del lento declive en sus carteles. Festimad ya no existe. Sin sede física propia, el plan de este año es el de configurar su programación a través de los conciertos que habitualmente se programan en las salas de música en vivo de la capital. Según los organizadores se trata de “una vuelta a los orígenes” y “una apuesta por los grupos noveles”; para el resto, en cambio, parece un definitivo paso atrás y la consecuencia de una incapacidad para atraer a bandas consagradas. Es cierto que la crisis económica afecta y mucho a los festivales (Sinnamon ya ha anunciado que el Summercase de este año no se celebrará), pero resulta que el presupuesto para la presente edición es el mismo con el que se contó en 2008. La Comunidad de Madrid ha vuelto a aportar 100.000 euros. Con esa cifra, hace un año dio para contratar a grupos internacionales de segunda fila, pero aún con cierto tirón como Linkin Park o Lost Prophets, así como a la banda de Emir Kusturica o al rapero El Chojin. Hoy, los banderines de enganche presentados son Moriarty y Josete, bastante más desconocidos. El 1 y 2 de mayo repectivamente, estos artistas estarán apadrinando a los participantes en un concurso de talentos que se celebrará en el Círculo de Bellas Artes y que se concibe como el plato fuerte del festival. Para quién no los conozca, Moriarty es un grupo francés que se mueve entre el folk y el rock al estilo de los nacionales J.F. Sebastian (que seguro hubieran salido más baratos) y Josete es un cantante de Pan Bendito (vecino de la Excepción) que mezcla pop y flamenco con un sonido similar al de El Barrio. Sin entrar en valorar la calidad de ninguno de ellos, no parece que sus nombres vayan a cumplir una de las funciones atribuidas a los cabezas de cartel en este tipo de espectáculos: atraer a público para que conozcan al resto de artistas.


La oferta musical se completa con bandas habituales del circuito de salas madrileñas como No Aloha, otras de la escena indie nacional como los donostiarras La buena vida o grupos extranjeros, de los que no suele ser raro ver en nuestro país, como Straijackets. Estos y otras bandas actuarán en El Sol, Moby Dick y otros escenarios sin que su presencia suponga nada excepcional para la vida musical de la ciudad. Para hacerlos coincidir con las fiestas del 2 de mayo, los conciertos etiquetados como parte del Festimad se prolongarán del 24 de abril al 9 de de mayo, aunque se pueden disfrutar de ellos antes y después durante todo el año aunque sin la marca festivalera. Cabe preguntarse si, para esto, no sería mejor ahorrarse esos 100.000 euros y esperar a que lleguen tiempos mejores.

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