The Killers, matadores en el Palacio de Deportes de la Comunidad de Madrid

Cuando el asesinato es consentido no hay crimen ni afectando a 15.000 personas. Ese es el número de ‘víctimas’ que rebosaron ayer el Palacio de Deportes de la Comunidad para asistir a un esperadísimo concierto de The Killers que resultó ser la crónica de un éxito anunciado. Ante un público especialmente predispuesto al goze, el cuarteto de Las Vegas logró no defraudar las altas expectativas que se habían levantado, lo cual es decir mucho, pues los norteamericanos desembarcaban en Madrid con la vitola de ser el grupo del momento.
Con tan sólo dos discos los Killers llegaron a la élite de la música gracias a un sonido que combina, entre otros elementos, glam-rock de los setenta, elementos electrónicos de los ochenta y vibrantes melodías del brit-pop de los noventa. Esta mezcla entre Bowie, New Order y Oasis convenció desde el principio a la crítica y al público más entendido. Pero para llegar a la categoría de estrellas del siglo XXI les faltaba el respaldo de la masa, algo que han conseguido con su último trabajo pese a resultar el más flojo de su discografía. Ahora suenan en las radiofórmulas, sus canciones se descargan como politonos y la bonita jeta del vocalista cubre carpetas de adolescentes. Para disfrute de estos nuevos seguidores el concierto se abrió con 'Human', el sobreexplotado sencillo con el que le ha conocido el fenómeno fan. “Somos los Killers y estamos para serviros” anunció Brandon Flowers en un aceptable castellano. Como suele ocurrir, aunque en este caso más que en el resto, es en el cantante en dónde reside todo el atractivo escénico de la banda. Su carisma contrasta con la medida apatía de sus compañeros, que se limitan a tocar como cualificados funcionarios del rock. En cuanto a espectáculo visual se refiere, el grupo podría llamarse perfectamente ‘Brandon y sus floreros’.

Ritmos sin compasión
No había duda de que la gente quería saltar y corear. La energía con la que fue recibida la primera tanda de temas, unida al asfixiante calor que reinaba en la pista, fue haciendo mella en un público que quedaba exhausto desde el comienzo. Los parones entre canción y canción, que en cualquier otro concierto serían anticlimáticos, servían aquí de agradecido descanso para un respetable que se desgañitaba cantando piezas como 'Somebody Told Me' y sudaba a chorro bailando piezas como la versión de 'Shadowplay' de Joy Division. Según avanzaba la velada, 'A Dustland Fairytale', 'Sam´s Town' y 'Read My Mind' prometían un cierto relax acústico. Sin embargo, la banda traicionaba tales sensaciones rematándolos con finales apoteósicos. Para el último tramo quedaron reservadas dos de las principales joyas de su repertorio: 'Mr. Brightside' y 'All The Things That I´ve Done'. Tras una brevísima pausa y en medio de los futboleros gritos de "oé oé oé", los Killers volvían al escenario para tocar un bis que culminába con el rotundo 'When We Were Young'. Tan satisfecho como agotado, al público víctima de este huracán musical no le quedaron ganas de pedir más. Era momento para descansar en paz.

Setlist
-Human
-This Is Your Life
-Somebody Told Me
-For Reasons Unknown
-I Can't Stay
-Joy Ride
-Bling (Confession of a King)
-Shadowplay
-Spaceman
-Smile Like You Mean It
-A Dustland Fairytale
-Sam's Town
-Read My Mind
-Mr. Brightside
-All These Things That I've Done

-Bones
-The World We Live In
-Jenny Was a Friend of Mine
-When You Were You

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