Igual que nuestros mayores nos contaban las penurias que vivieron en la posguerra, nosotros tendremos que contarles a nuestros pequeños que, hasta hace nada, España nos hacía pasar mucha hambre en Eurocopas y Mundiales. Algunos no se lo creerán, habituados como están de ver a la Roja (lo que mi generación conocía como la Selección), ir de final en final. Afortunadamente para respaldar nuestra visión tenemos un par de canciones que describen el, hasta hace poco, sempiterno pesimismo futbolístico patrio:
La primera es Enero en la playa, un tema de FactoDelafé y las Flores Azules de 2005 en el que desgranaban, con su particular estilo mezcla de pop indie y trip hop, estampas típicas del estío. Que si el chiringuito en la playa, que si la siesta viendo el Tour, que si el gazpachito... y, como no, la nota más costumbrista: la eliminación de España del torneo internacional del momento:
"Me entra la sed y pido una copa, y España se queda en cuartos en la Eurocopa".
La desilusión duraba lo que duraba, porque a la siguiente estrofa ya se decía "Pero nos da igual, hoy ganaremos el Mundial". Lo decíamos todos, con el mismo convencimiento del que se consuela el día de la lotería repitiendo que lo importante es tener salud. Porque lo cierto es que pensábamos que nunca ganaríamos nada. Y así de rotundo lo expresaba La Habitación Roja en su Nunca ganaremos el Mundial.
"Volverán los días de ingenio. El mundial que nunca ganaremos. La fuerza y las noches de miedo. Los clásicos serán siempre modernos".
Las eliminaciones de España cada dos años se producían con tal exactitud que era posible calcular el paso del tiempo con ellas casi mejor que mirando a las estrellas pasar por el firmamento.
Hasta 2008, momento en que cambió para siempre el destino de España con aquel gol de Torres en el Ernst Happel de Viena. Desde entonces el pesimismo quedó desterrado para la mayoría, incluso para algún grupo indie español, que suelen encontrar mayor inspiración en la tristeza que en la felicidad. Así los murcianos The Yellow Melodies se atrevieron a componer un tema llamado antes de la cita de Sudáfrica, en 2010, que resultó profético: Vamos a ganar el Mundial [se puede escuchar entera en la página de Indiecaster Records, con motivo de un recopilatorio que hizo dicho sello con motivo del pasado Mundial].
Con estas tres canciones se puede entender buena parte de la historia de la selección española de fútbol hasta hoy. Esta tarde se escribe una nueva página en la final de la Eurocopa de 2012 frente a Italia. Un partido que quizá ayude a componer algún verso de una futura canción. Si es alegre o triste, dependerá del resultado, y si es buena o mala, del talento del artista que la firme. Así que, si no están inspirados los futbolistas, al menos que lo estén los músicos.
0 comentarios:
Publicar un comentario