Mauro Zárate, Saviola y la ambición del futbolista

El fútbol está recuperando un jugador que iba para 'crack' y que parecía que se quedaba en el camino. Se trata del argentino Mauro Zárate, delantero de una Lazio que lidera el Calcio italiano con cuatro victorias en cinco encuentros y que comanda la clasificación de goleadores con seis tantos. Mauro es el menor de una camada de futbolistas relevantes. Su hermano Rolando jugó en el Real Madrid B y llegó a debutar con el primer equipo, mientras que Ariel hizo lo propio en el Málaga. Pero se ve que Mauro rompió el molde. Afortunadamente el actual 'Capo cannonieri' ha encontrado en Roma su hábitat perfecto para desarrollar de pleno todas sus potencialidades. Digo afortunadamente porque su carrera corrió un grave riesgo de estancamiento cuando decidió marcharse de Vélez Sársfield al equipo qatarí del Al Saad, movido únicamente por el interés económico. Como era de esperar, la experiencia deportiva fue un fracaso. Con 20 años apenas jugó y acabó la temporada pasada cedido al Birminghan inglés. Pese a descender, su paso por la Premier le volvió a poner en el escaparate este verano. La Lazio apostó fuerte por él y sus números demuestran que, de momento, es todo un acierto.

Mauro Zárate se ha reencontrado en Italia con el deportista, dejando en Qatar al banquero. Se suele pensar que todo futbolista profesional es, en primer lugar, un apasionado del fútbol y, después, un profesional que busca ganar el mayor dinero posible. Realmente ambas facetas van unidas y sólo la codicia desmesurada es capaz de separarlas. ¿O acaso Mauro Zárate no gana dinero en la Lazio? Lo hace y mucho aunque, evidentemente, ganaría más en Qatar aunque sin ningún brillo. Pero el caso de este joven delantero no es el único que demuestra que hay quien está dispuesto a sacrificar su carrera deportiva a cambio de una mayor ganancia económica. Robinho lo ha dejado claro recientemente yéndose al Manchester City, pero en Madrid hay otro futbolistas que, haciendo todo lo contrario que el brasileño, da buena nota de su escasa ambición deportiva. Me refiero a Saviola. El 'Conejo' ha jugado para los dos grandes españoles desempeñando en ambos el mismo papel de suplente revulsivo. Un rol que se queda ridículo para un jugador del que se esperaba muchísimo cuando salió de River Plate. El Barcelona lo bautizó como el fichaje que neutralizaría la llegada de Zidane al Madrid. Ha llovido mucho desde entonces, incluidas cesiones al Sevilla y Mónaco y un puente aéreo a Madrid. En todo este tiempo ha quedado demostrado que Saviola no es jugador de equipo grande. Le falta ambición y carácter. Sin embargo tiene aptitudes futbolísticas, como ha dejado intuir en lo poco que ha jugado en los dos grandes pero, sobre todo, en sus pasos por Sevilla y Mónaco. Ofertas para marcharse del Madrid las ha tenido, pero ha preferido la seguridad de quedarse en un gran club en el que apenas va a jugar a emprender una aventura en un equipo un escalón inferior pero en el que pudiera realizarse plenamente como futbolista. Una pena para el fútbol, pero sobre todo, una pena para él.

Fiascos de portada

Cristiano Ronaldo protagonizó el culebrón de la pretemporada. Decenas de portadas hicieron pensar a los lectores que su fichaje por el Madrid acabaría siendo una realidad. Ahora muchos medios acusan hipócritamente a Calderón de haber sido demasiado confiado con el tema del portugués, ilusionando a la parroquia merengue con un jugador que al final no ha llegado. Sin embargo, esos mismos medios se olvidan de que han dado el fichaje por hecho, de las páginas que han llenado con él y de los periódicos que han vendido con una ilusión que han contribuido a generar y de la que se han beneficiado.

Otro mítico objeto de deseo es Kaká. El año pasado, el futbolista brasileño fue el principal manantial del que surgieron los ríos de tinta que cada verano distraen al aficionado madridista. Sin embargo, pese a haber dejado claro en numerosas ocasiones su determinación por permanecer en Milán, Kaká tampoco se ha librado este año de las especulaciones. Olvidado el Madrid, ahora el club que más necesitaba generar ilusión era el Barcelona, así que nada como asociar el nombre del astro carioca a la órbita del club culé, por irreal que resultara esa conjunción.

Aunque ha habido ejercicios de imaginación aún más increibles que este. Para mi gusto, el más asombroso ha sido el que colocaba al Kun Agüero como objetivo del Real Madrid por si fallaba lo de Cristiano Ronaldo. Recuerdo otro similar en temporadas pasadas con Iniesta como apuesta para recalar en el Bernabéu. Son fichajes con los que, pese a saber que son imposibles, gusta fantasear a los periódicos por la polémica que generarían al tratarse de futbolistas del eterno rival. Poco importa que la realidad arruine lo que sería una gran noticia.

Junto a Agüero, en la anterior portada también se podía observar a Benzema como futurible jugador blanco. En ésta en cambio, se asegura que el delantero galo vestiría de azulgrana. En ambos casos se cumple una regla de oro en este mundo del periodismo de fichajes: cualquier equipo grande quiere contar con los mejores futbolistas, luego siempre se podrá decir que ese gran gran club pretende fichar a aquel jugador de enorme calidad. Además, si el crack milita en una entidad de menor categoría, el rumor gana en credibilidad.

Se ha especulado mucho con el próximo nueve del Barça. Con la salida de Eto'o como segura, el único objetivo era acertar el nombre de su sustituto. En esta información se aseguraba que sería Drogba. En otras Adebayor. Pero también se habló de Crespo, Trezeguet, Güiza, Villa... Cualquier delantero era suceptible de aparecer en la portada de un diario catalán como objetivo del Barcelona. Era un ejercicio de lógica: si se va el máximo goleador del equipo, el club deberá rellenar el hueco con alguien. Lástima que la inferencia estuviera podrida desde la raíz.

La necesidad de cambios en el equipo perdedor es siempre más abundante que en el ganador. Eso explica que este año la rumorología sobre el Barcelona haya sido mucho mayor que en torno al Real Madrid. El Mundo Deportivo ha sido el periódico que más lo ha aprovechado con un mayor número de apuestas. El de Robinho fue, sin duda, uno de los faroles más típicos, pues se encuadra en una modalidad de rumor que excita a las masas con sólo sugerirlo: que el Barça le pueda birlar un jugador al Madrid o viceversa.

El mismo periódico utilizó la esta técnica en la edición que realiza para el Atlético de Madrid. El nombre cambia -ahora es Julio Baptista el protagonista- pero el proceso es exactamente igual. En estos casos en los que la posibilidad de acertar es tan mínima se suele explicar que se trata de una operación complicada pero que el club realmente la contempla. El fracaso se da por amortizado desde un principio, pero ¿y si se acierta? Esta es la mentalidad que explica que alguien se atreva a llevar a portada ago así.

Más sangrante es cuando se asegura que el fichaje está hecho. Es el caso de Arshavin y el Barcelona. El irregular jugador ruso fue descubierto por muchos tras realizar dos partidos buenos en la Eurocopa. Enseguida aparecieron supuestas declaraciones del delantero del Zenit asegurando que su sueño había sido desde siempre vestir de azulgrana. Con tal material el siguiente paso era tirarse a la piscina y asegurar que su llegada estaba asegurada (aunque resultara que en la pileta no había ni gota de agua).

Los grandes torneos de selecciones son también grandes escaparates para jugadores y periódicos. Cuando un futbolista destaca y llama la atención, los medios se empeñan en buscarles novias. Fue el caso de Arshavin y también el de Villa. El Guaje, antes que para el Madrid, sonó para el Barcelona en plena Eurocopa. El posible interés del la entidad que preside Laporta se aderezó con una bonita historia que hacía de Villa un seguidor culé desde que su ídolo, el también asturiano Luis Enrique, triunfara con el Barcelona.

La anterior portada pertenecía al 14 de junio. Dos meses depués, el 8 de aosoto, el mismo periódico decidió abandonar aquella apuesta asegurando que el Valencia quería quedarse con Villa y que era Silva el verdadero objetivo del Barcelona. Fueron varias las portadas que acercaban al de Arguineguín al Camp Nou, aunque la ausencia de un jugador canario que hubiera triunfado recientemente con los culés impidió tejer otro relato como es de Villa y Luis Enrique. De cualquier manera, ambas noticias acabaron igual.

El caso Cristiano Ronaldo eclipsó otros muchos nombres de futuribles para el Madrid. Sólo a última hora, tras el no del luso y, sobre todo, tras la inminente salida de Robinho, se abrió una opción para otras especulaciones. Eran los llamados "planes B". El mismo día, el 26 de agosto, los dos periódicos madrileños mostraban apuestas diametralemente opuestas. El As aseguraba que iban a por Capel (pese a que existía un pacto de caballeros alcanzado entre el presidente del Sevilla y el del Madrid, según el cual los blancos no tocarían al almeriense) y a por Huntelaar (una antigua apuesta del diario de Prisa).

En cambio, el Marca se decidía por otra pareja: la conexión asturiana que formaban Villa y Cazorla. Al futbolista del Villarreal, dado que tenía una clausula de tan sólo 16 millones de euros que hacía mucho más sencillo su traspaso, sele daba ya por atado e, incluso, se atrevían a vestirle con la camiseta del Madrid en uno de esos fotomontajes que tanto gustan a la prensa y que tan ridículos quedan cuando la realidad termina por no avalarlos. Pese a que en el texto no se asegure que el fichaje esté hecho, este tipo de imágenes juegan a sugerirlo subrepticiamente.

Matrixmonios

Jesús Vázquez es, según una lista que acabo de leer, uno de los españoles más deseados por las mujeres. Y eso que está casado… ¡con un hombre! Así que es verdad, los gays no sólo querían una ley sobre el matrimonio homosexual sino que también estaban dispuestos a utilizarla. Aunque bueno, según los últimos datos, no la usan tanto ya que, al parecer, el número de bodas entre personas del mismo sexo es escaso.
Dicen desde esos sectores que se autoproclaman ‘defensores de la familia’ que esta baja cifra de enlaces demuestra lo erróneo de una ley que no resultaba útil para la sociedad. ¡Hay que ver! Así que seguramente la mayoría de los homosexuales deben de continuar ahora viviendo ‘en pecado’ (igualito entonces que la mayoría de parejas heterosexuales). Así que tanta lucha para conseguir que se le reconozca un derecho que luego no utilizan. ¿Les habrá merecido la pena todo el esfuerzo durante años para que una vez conseguido sólo se casen un par de gays y otro de
lesbianas? Porque, a los que no han decidido pasar por el registro civil ¿Qué les queda? ¿La satisfacción de saber que no son discriminados por su orientación sexual?, ¿el tener los mismos derechos que cualquier otra persona independientemente de sus gustos pasionales?, ¿el saber que son iguales ante la ley sin que importe con quién se acuesten o con quién se levanten? Minucias, pensarán algunos.

Decía mi ilustre paisano Don Manuel Azaña (no sólo de Cervantes vivimos en Alcalá) que no sabía si la libertad hacía más feliz al hombre, pero que estaba seguro de que le hacía más hombre. Seguro que ‘los defensores de la familia’ no estarán de acuerdo. Ellos seguirán viendo como esta institución se rompe y la sociedad se descompone llevándonos a una decadencia sin retorno llena de depravación y perversión para las generaciones futuras. Yo debo ser corto de vista o demasiado inocente y no veo nada de ese horror. Tal vez sea como en la película Matrix, en la que existen dos mundos: uno real y otro ficticio en el que vivimos nosotros y que es creado por las máquinas que habitan en el primero. Yo no sé en cuál vivo yo si en el de verdad o en el de mentira. Lo único seguro es que no es el mismo que en el que viven “los defensores de la familia”.