Un once de fútbol en la música


Un equipo de fútbol con criterios musicales. Resulta posible confeccionar un once inicial con nombres de futbolistas que aparezcan en títulos de canciones. Aunque lo más sorprendente es que esas canciones sean de un nivel más que aceptable, y si bien no llegan a la brillantez de sus referentes, todas tienen su aquel. El esquema es un 1-3-4-3, y cada futbolista ocupa su puesto natural. De hecho, lo único que hace irreal este equipo es que los futbolistas pertenezcan a distintas épocas. La cosa sonaría así:




Portero - Kasey Keller, que da título a la canción Kasey Keller, de Barcelona.
Aquel portero norteamericano que jugó en el Rayo mereció una loa en forma de canción de power-pop en la que se alaban sus intervenciones ante Ronaldinho o Romario, se le felicita por jugar en la liga española y hasta se le perdona una cantada cometida en el Mundial de Francia 98. Y es que aunque se llamara Barcelona, la banda que compuso esta canción era de Virginia.

Lateral derecho - Cafú,  que da título a la canción  Cafu y Kaka, de Monotract.
En una defensa de tres es arriesgado poner a un carrilero del estilo de Cafú. Casi tan arriesgado como la propuesta de Monotract, un grupo de rock experimental, amantes del ruido y que, pese a ser americanos, dejan claros sus orígenes hispanos titulando esta canción con el nombre de dos futbolistas.

Lateral izquierdo- Julio Alberto,  que da título a la canción  Julio Alberto, de Èlena.
De un grupo catalán se podía esperar un homenaje a un futbolista del Barça, pero se trata solo de un guiño, pues la única referencia al lateral izquierdo culé es el título. Así lo explicaba Helena Miquel, la cantante (hoy de Delafé y las Flores Azules). "Es un sueño que tuve. Me pareció algo bonito para hacer una letra pero es sueño de una pareja en el desierto, no es nada real, es todo imágenes. Y los del grupo quisieron titularla ‘Julio Alberto’, como una broma, pensando en el futbolista del Barça”

Central - Bobby Moore,  que da título a la canción  Bobby Moore Was Innocent, de Serious Drinking.
La seriedad y elegancia de Bobby Moore contrasta con el gamberrismo punk de Serious Drinking, una banda británica que jugó en esta canción con una denuncia por robo con la que tuvo que lidiar el central inglés. Moore fue acusado de llevarse una pulsera de una joyería colombiana antes de un partido preparatorio para el Mundial de 1970, aunque como dicen Serious Drinking, la mayoría de la gente creyó siempre en la inocencia del gran capitán.

Medio centro - Paul Scholes, que da título a la canción Paul Scholes, de Yukari Fresh.
Ejemplo perfecto de la cultura musical popular japonesa y del pop electrónico a lo manga que se hace por esos lares, esta canción anima a Paul Scholes a la manera en que Patty apoyaba a Oliver Aton. Supongo que el amor por el pelirrojo del United nacería en alguna gira asiática de los 'Red Devils'.

Interior derecho - Gordon Strachan,  que da título a la canción  Strachan, de The Hitchers.
Los británicos, y especialmente los escoceses, consideran esta canción una de las mejores comuniones entre música y fútbol. Curiosamente el tema es obra de un grupo irlandés llamado The Hitchers  alabando a un jugador del Leeds a través de un gran ritmo y un mejor sentido del humor con pasajes como este: "She waited for the match to start a fight up with me. / She said, -what’s that you’re watching? / -It’s a Programme about art / She said,- A Programme about art?, I said -A programme about art- / and then the greatest midfield artist of them all walked out onto the park."

Interior izquierdo - Gianfranco Zola,  que da título a la canción  Zola, de The Wonder Villains.
El esquema de juego obliga a tirar a la izquierda a Zola, un jugador de enorme talento que tardó en explotar. Algo parecido puede pasarles a The Wonder Villains, un joven grupo norirlandés que ha compuesto una de las canciones futboleras recientes más destacables. Pop fácil, estribillo pegadizo, teclados alegres... un éxito instantáneo.

Media punta - Diego Armando Maradona,  que da título a la canción  Maradona, de Andrés Calamaro.
La unión entre esos dos genios argentinos y excesivos (valga la redundancia) que son Maradona y Calamaro tenía que fructificar en una canción. Cierto es que el Calamaro de este tema es comparable al penúltimo Maradona, aquel que jugó en el Sevilla, y es que se reconoce el talento pero está a años luz de otras composiciones futboleras de Andrés, como puedan ser Estadio Azteca o Crímenes perfectos.

Extremo derecho - George Best,  que da título a la canción  George Best, de Lloyd United.
Ningún futbolista tiene tantas canciones como George Best. Yo he elegido esta de Lloyd United por la velocidad y el talento que imprime la banda al ukelele, un instrumento que no parece muy adecuado para una banda de rock indie, al igual que la personalidad de Best no lo era para el clásico fútbol inglés. Pero romper moldes también es un punto a favor cuando se hace con talento.

Extremo izquierdo - Wayne Rooney, que da título a la canción Wayne Rooney, de Johnny Flynn.
George Best eclipsa a Wayne Rooney en esta canción, pues pese al título, en su letra se hace más referencia al extremo galés que al delantero inglés. De hecho Johnny Flynn solo le puso ese nombre a la canción porque la escribió en la parte trasera de una fotografía de Rooney aparecida en un periódico, aunque a posteriori creyó encontrar algún tipo de relación entre el hombre que describe la canción y el 10 del United.

Delantero centro - Samuel Eto'o, que da título a la canción Eto'o (su jugador favorito), de La Granja.
Sus éxitos en el Mallorca hicieron que los baleares de La Granja compusieran este tema de pop español clásico, que parecía nacido para triunfar en Los 40 Principales. en ella se describe a una chica con las características propias del punta camerunés.


Y por si es necesario hacer algún cambio, este sería el banquillo:

Portero - Arconada,  que da título a la canción Minitragedia de Arconada de Señor Mostaza.

Defensa - Tony Adams,  que da título a la canción  Tony Adams de Joe Strummer & The Mescaleros.

Centrocampista  - Vicente del Bosque,  que da título a la canción  Vicente del Bosque de Niño Gusano.

Delantero Dennis Bergkamp,  que da título a la canción  Bergkamp de Midfield General.

Give us a goal, Vicente

Vicente y Slade; un futbolista y una banda de rock que tienen algo más en común que haber caído en el olvido para muchos. Y es que a pesar de su edad, alguno se habrá olvidado ya de Vicente Rodríguez. Cumpliendo 32 años el 16 de julio, la que fuera gran promesa valencianista se prepara para iniciar su segunda temporada en el Brighton and Holve Albion, un club inglés de la Championship entrenado por Gustavo Poyet en el que comparte vestuario con, entre otros, Roland Bergkamp (sobrino de Dennis) y el ex alavesista Íñigo Calderón. Se trata de un club modesto que tiene en la Charity Shield de 1910 su único gran trofeo y que es capaz de llegar a una final de la FA Cup el mismo año en que desciende de la máxima categoría del fútbol inglés (1983). Más allá de los éxitos deportivos los seguidores de las Gaviotas (sobrenombre con el que se conoce a la entidad) tienen un motivo por el que estar orgullosos de su equipo. Se trata de la canción Give Us a Goal, notable himno futbolero compuesto a finales de los 70 por Slade, una banda que alcanzó cierta relevancia en el panorama del glam rock británico y cuyo principal mérito es ser la autora del Cum On Feel The Noize con el que luego triunfaron Quiet Riot. 
Pero volviendo al fútbol, Give Us a Goal se convitió  en todo un referente entre los aficionados ingleses, especialmente para los más hooligans. La letra de la canción daba para ello, con frases como "We're gonna thrash you ain't that a shame" o "The ref needs specs he's deaf dumb and blind". La conexión con el Brighton and Holve Albion viene por el videoclip del tema, que fue rodado en el hoy demolido campo de Goldstone Ground (en el que, por cierto, debutó Beckham con el primer equipo del Manchester United). En el clip los miembros de la banda tocan sobre el campo ataviados con bufandas del Brighton mientras se intercalan imágenes de ellos mismos participando en un partido de las Gaviotas contra el Burnley.
Unidos por esta canción están Vicente y Slade; un futbolista y una banda de rock que, a pesar de sus méritos, quizá serán recordados por lo que no fueron. Vicente, por el gran jugador que podría haber llegado a ser si las lesiones no le hubieran perseguido durante toda su carrera, y Slade por ser los autores de una gran  canción que nunca supieron rentabilizar correctamente.

EuroIndie


Equiparar a cada una de las selecciones participantes en la Eurocopa con un grupo indie en virtud de algún rasgo característico compartido. Ese fue el juego que motivo #EuroIndie, una serie de tweets publicados antes de que comenzara el torneo. El desarrollo del mismo ha revelado algunas comparaciones como absurdas, aunque otras han  resultado más acertadas:
  • Como ese grupo que está en un gran festival para cubrir la cuota local, pero tiene argumentos para sorprender, Polonia es Pony Bravo.
  • Como esa banda a la que le sale de chiripa un 'One Hit Wonder' tipo "Bohemian Like You" Grecia es The Dandy Warhols (desde el 2004).
  • Como ese grupo oscuro del que puedes esperar lo mejor y lo peor en el mismo concierto, Rusia es The Horrors.
  • Como ese sonido frágil que lo escuchas temiendo que se rompa, la República Checa de Rosicky es Sigur Rós.
  • Como esa banda que llevas esperando toda la vida a que saque su definitivo gran disco con el que triunfen, Holanda es Jimmy Eat World.
  • Como ese grupo que añora el sonido de un pasado mejor en el que su estilo triunfaba, Dinamarca es Editors.
  • Como esa artista que siempre triunfó pero no emocionaba, y es ahora cuando gusta, pero no gana tanto, Alemania es Christina Rosenvinge.
  • Como ese supergrupo en el que coinciden estrellas de otras bandas, pero que juntas no funcionan, Portugal es Them Crooked Vultures.
  • Como esa banda indie que, al lograr un éxito masivo, sus descubridores la critican aunque siga siendo sublime, España es Arcade Fire.
  • Como ese grupo del que ya nadie espera nada creativo, pero que metido en faena y por su oficio es capaz de todo, Italia es The Cure.
  • Como esa cantautora con tantos y tantos defensores, y tan conservadora en sus planteamientos, Irlanda es, por derecho, Russian Red.
  • Como esa banda en la que parece que cada uno toca por su lado, rayando entre lo amateur y lo genial, Croacia es The Wave Pictures.
  • Como ese grupo que perdió a su líder e inspirador, pero que sin él intenta seguir adelante, Ucrania, sin Shevchenko, es New Order.
  • Como esa banda en la que su líder se cree que él lo es todo pero lo intenta en solitario y fracasa, la Suecia de Ibra es The Killers.
  • Como ese grupo que superó sus demonios interiores, y que ahora parece rehabilitado y listo para volver, Francia es The Stone Roses.
  • Como esa banda cuya gracia reside en la chulería y en creerse dioses, cuando son más malos que el diablo, Inglaterra es The Libertines.

La Roja: del llanto a la alegría en 3 canciones

Igual que nuestros mayores nos contaban las penurias que vivieron en la posguerra, nosotros tendremos que contarles a nuestros pequeños que, hasta hace nada, España nos hacía pasar mucha hambre en Eurocopas y Mundiales. Algunos no se lo creerán, habituados como están de ver a la Roja (lo que mi generación conocía como la Selección), ir de final en final. Afortunadamente para respaldar nuestra visión tenemos un par de canciones que describen el, hasta hace poco, sempiterno pesimismo futbolístico patrio:



La primera es Enero en la playa, un tema de FactoDelafé y las Flores Azules de 2005 en el que desgranaban,  con su particular estilo mezcla de pop indie y trip hop, estampas típicas del estío. Que si el chiringuito en la playa, que si la siesta viendo el Tour, que si el gazpachito... y, como no, la nota más costumbrista: la eliminación de España del torneo internacional del momento:

"Me entra la sed y pido una copa, y España se queda en cuartos en la Eurocopa".

La desilusión duraba lo que duraba, porque a la siguiente estrofa ya se decía "Pero nos da igual, hoy ganaremos el Mundial". Lo decíamos todos, con el mismo convencimiento del que se consuela el día de la lotería repitiendo que lo importante es tener salud. Porque lo cierto es que pensábamos que nunca ganaríamos nada. Y así de rotundo lo expresaba La Habitación Roja en su Nunca ganaremos el Mundial.

"Volverán los días de ingenio. El mundial que nunca ganaremos. La fuerza y las noches de miedo. Los clásicos serán siempre modernos".

Las eliminaciones de España cada dos años se producían con tal exactitud que era posible calcular el paso del tiempo con ellas casi mejor que mirando a las estrellas pasar por el firmamento.


Hasta 2008, momento en que cambió para siempre el destino de España con aquel gol de Torres en el Ernst Happel de Viena. Desde entonces el pesimismo quedó desterrado para la mayoría, incluso para algún grupo indie español, que suelen encontrar mayor inspiración en la tristeza que en la felicidad. Así los murcianos The Yellow Melodies se atrevieron a componer un tema llamado antes de la cita de Sudáfrica, en 2010, que resultó profético: Vamos a ganar el Mundial [se puede escuchar entera en la página de Indiecaster Records, con motivo de un recopilatorio que hizo dicho sello con motivo del pasado Mundial].

Con estas tres canciones se puede entender buena parte de la historia de la selección española de fútbol hasta hoy. Esta tarde se escribe una nueva página en la final de la Eurocopa de 2012 frente a Italia. Un partido que quizá ayude a componer algún verso de una futura canción. Si es alegre o triste, dependerá del resultado, y si es buena o mala, del talento del artista que la firme. Así que, si no están inspirados los futbolistas, al menos que lo estén los músicos.