Más allá del fútbol

Aunque ninguna sea de índole futbolística existen cinco razones por las cuales a España le interesa que sea el Inter de Milán el que llegue a la final del Bernabéu.

Económicas: Los aficionados italianos que vinieran a Madrid traerían dinero adicional a nuestro país, lo cual generaría un aumento del PIB español asociado al turismo. Por el contrario, en el caso de que fuera el Barça el que alcanzara la final, sus hinchas, al ser españoles, no estarían trayendo dinero nuevo. Además sería de esperar que los neroazzuri se dejaran más riqueza que los azulgranas. Y no se trata de aquello de la tacañería catalana, sino porque al ser un desplazamiento más largo, muchos italianos optarían por pernoctar en Madrid y aprovecharían para hacer turismo, comprar souvenirs, conocer la gastronomía española, etc.

De seguridad: La presencia de cerca de 30.000 seguidores culés con entrada para el Bernabéu, más todos aquellos que se acercaran a Madrid sin ella, podría generar importantes problemas para el orden público. Conocida es la rivalidad existente entre Barcelona y Madrid, un pique que trasciende lo meramente deportivo para expanderse hacia terrenos más peligrosos. No sería de extrañar que entre la numerosa masa barcelonista hubiera algunos elementos que llegaran con ganas de irritar al madridismo, movimiento dentro del cual, también existen indeseables capaces de responder con violencia, medie o no provocación previa.

Culturales: La conjunción de tres países distintos en un evento de tanta trascendencia como la final de la Champions League podría servir para realizar una interesante manifestación de europeismo. España (como país porganizador), Alemania (a través el Bayern) e Italia (con el Inter) podrían demostrar los fuertes lazos que unen a una Europa diversa. Si en lugar del Inter fuera el Barça el que disputara la final, la cosa quedaría reducida a una cuestión bilateral entre España y Alemania, perdiéndose el rico aporte de la cultura italiana.

Diplomáticas: Cualquier buen anfitrión debe ser imparcial con sus invitados, pero además, debe parecerlo. Si el Barcelona disputara la final, desde Alemania podría pensarse que, al tratarse de un equipo español, podría existir la tentación por parte de los organizadores de beneficiar a sus compatriotas. Además, sabiendo del barcelonismo de Zapatero, no sería descartable que, en cualquier lance del partido nuestro presidente se dejara llevar por la pasión en el palco realizándo algún gesto que pudiera molestar a la canciller Angela Merkel.  Tal y como están las cosas, más vale no agraviar a la locomotora económica de Europa, por lo que pudiera pasar en un futuro.

Estéticas: Estas son algunas de las “reporteras” de la televisión italiana que, quizá se animarían a venir a España a realizar sus programas para animar al Inter: Sara Varone (Mediaset), Miriam Leone (RAI) e Ilaria D'Amico (Sky).


Para quienes sean más propensos a la belleza masculina,  por supuesto, en el palco de honor se contaría con el auténtico playboy italiano: Silvio Berlusconi.



Dios perdona, el Times no

Tradicionalmente cuando se realiza un obituario o cualquier artículo sobre un personaje de relevancia que acaba de fallecer suele prevalecer una mirada afable, resaltando los aspectos positivos y ocultando los negativos (por relevantes que estos hayan sido). Esta tendencia, aun siendo mayoritaria hoy en día, cambió cuando el Times situó la objetividad periodística por encima del pésame. Cuenta Arsenio Escolar, director de 20minutos, que la revista italiana Panorama dedicó un artículo al respecto titulado “Dios perdona, el Times no”. La última muestra del admirable compromiso del diario británico con el buen periodismo la hemos encontramos en el tratamiento que ha dado a la muerte de Juan Antonio Samaranch. Mientras que en España todo han sido parabienes, considerando al ex presidente del COI como un prohombre, The Times recuerda su pasado como dirigente franquista y sus no siempre ensalzables actuaciones al frente del Comité Olímpico Internacional. No todo fueron luces en su mandato. Muy por el contrario la corrupción, la opacidad y el mercantilismo al que condujo al máximo organismo del deporte internacional son sombras que el respeto por su fallecimiento no deberían haberse ocultado en la prensa española. Al menos, gracias a internet siempre nos quedará el Times.

Primicia mundial: 36543561857

Esto es una exclusiva; una primicia de proporciones planetarias. No se trata de ninguna exageración. Nadie antes había escrito un post sobre el 36543561857. Y cuando digo nadie es absolutamente nadie. Basta buscarlo en Google para comprobar que éste blog ha sido el primero medio del mundo que ha llevado a la red el 36543561857. ¿Qué tiene de especial dicha cifra? Pues nada. Simplemente que en el buscador más utilizado del planeta no se ofrecen resultados sobre ella. No hay nada más allá del hecho de ser único. Su notoriedad se justifica por sí mismo, sin que haya un contenido relevante detrás. No es un número de teléfono, ni una dirección postal, ni un código secreto…simplemete se trata de la cifra que ha salido al golpear aleatoriamente el teclado numérico.

Sí, sé que es una chorrada, pero al menos yo lo sé. En cambio, viendo algunos medios de comunicación que se vanaglorian de ofrecer noticias cuyo único valor es el ser exclusivas o primicias que no aportan nada (salvo el hecho de que ellos son los únicos que lo han dado), creo que, al menos en lo que respecta al sentido común, estoy en ventaja.

Aguirre se queda sin el Pulitzer


Ya se conocen los ganadores de los Pulitzer de 2010. Sorprendentemente Esperanza Aguirre no se encuentra entre los galardonados con el premio más prestigioso del mundo del periodismo. La presidenta de la Comunidad de Madrid, a pesar de haber destapado la trama Gürtel protagonizando un trabajo de investigación a la altura de los mismísimos Bernstein y Woodward, no ha sido tomada en cuenta por el jurado de los Pulitzer. Cuesta imaginar las razones que expliquen tamaña injusticia. Hay quien dirá que Aguirre no trabaja en un medio de comunicación y que, por lo tanto, no puede optar a un reconocimiento reservado a los periodistas. Sin embargo, cualquiera que sintonice un informativo de Telemadrid podrá descubrir sin dificultad la mano firme de una Esperanza a la que hay que reconocer su labor de editora.
De esta manera, Aguirre pasa a engrosar la larga lista de genios que fueron olvidados por los grandes premios, como Hitchcok -que nunca obtuvo un Oscar al mejor director-, Borges -que murió sin recibir el Nobel de literatura- o Jimmy Hendrix -ignorado toda su vida por los Grammy-. Gracias a Dios, la sociedad todavía está a tiempo de reconocer la valía periodística de Esperanza Aguirre. Otro año será.

Guti, Raúl, la cigarra y la hormiga


¡Qué feliz era Guti en el verano de su carrera! Nunca se exigió demasiado, pero era tanto su talento que con un mínimo esfuerzo lograba el suficiente crédito como para disfrutar del sol que sólo ilumina a los futbolistas del Real Madrid. Un milimétrico pase entre líneas que dejaba sólo a un compañero, una pared devuelta en la frontal del área con la precisión de un videojuego o una vaselina imposible para superar la salida del portero rival le bastaban para ganarse la admiración de todo el mundo. Aunque no así el respeto. Sólo los más conscientes de lo exclusivo de su calidad le perdonaban la inconstancia en el esfuerzo, la apatía a la hora de defender o la frivolidad que rodeaba su imagen. Aunque poco pareció importarle. El ‘enfant terrible’ de Torrejón decidió asumir el papel de un genio incomprendido víctima de la envidia de parte de la afición y la prensa. De todas maneras el sol brillaba, las flores de la fama desprendían su aroma embriagador y él cantaba y bailaba en los garitos más de moda de la capital. El futuro no le preocupaba lo más mínimo: el cielo era tan azul sobre su cabeza y tan verde el césped bajo sus pies… Pero la carrera de un futbolista no es eterna.
Una triste mañana, el ‘14’ del Madrid fue despertado por un frío intenso; la desconfianza de su entrenador, los reproches de la prensa y las lesiones le habían hecho caer en el olvido de la afición. La camiseta blanca que solía vestir en los partidos fue sustituida primero por un gris chándal para el banquillo y por un negro traje después para cuando ni siquiera entraba en las convocatorias. El invierno se acercaba en forma de retirada.
-¿Qué va a ser de mí? Este invierno durará para siempre, -se decía. -¿Por qué no pedirle ayuda a mi compañero Raúl? -El frío también estaba llegando para el gran capitán, pero éste se había preparado durante el buen tiempo acaparando merecimientos. El grato cobijo que ofrecen las páginas más gloriosas de la historia del Real Madrid, de las que Raúl ya formaba parte, bastaría al ‘7’ para capear el ocaso de su carrera.
De pronto Guti se acordó de la fábula de Esopo. Sabía que de nada le valdría ahora pedir ayuda a la hormiga, pero él se tenía por alguien más listo que una simple cigarra. Iré allá donde todavía no es invierno-, se dijo. Y siguiendo el ejemplo de Beckham, pensó en emprender viaje hacia otras ligas ignorando que, tan difícil es escapar del paso del tiempo como cambiar la imagen que uno se ha forjado a lo largo de él.

Save The Cibeles


En el pasado fueron los republicanos quienes, durante la Guerra Civil, construyeron un bunker para proteger la Cibeles de posibles ataques perpetrados por bombardeos franquistas. El 22 de mayo, ante la cada vez más posible presencia de aficionados barcelonistas ávidos de profanar tan simbolica estatua con motivo de la final de la Champions en Madrid, sólo cabe seguir su ejemplo. ¡Salvemos La Cibeles!