Ágora: un correcto ensayo



Escribía recientemente Umberto Eco que si la religión fue, en ocasiones, el opio del pueblo, más a menudo funcionó (y funciona) como su cocaína. Lejos de anestesiar, este tipo de creencias han estimulado no pocos conflictos a lo largo de la historia. Ágora retrata esa capacidad destructiva ofreciendo un verosímil retrato de la filósofa Hipatia de Alejandría así como del tiempo que le tocó vivir. Debido a que no se ha conservado ningún documento de la propia pensadora, el campo del que ha dispuesto Amenabar para fabular sobre ella resultaba tan obligado como alentador. Es por ello que no puede considerarse una película biográfica, ya que su protagonista juega un papel eminentemente simbólico. Realmente, el director español podía haber contado la misma historia con Galileo Galilei, con Giordano Bruno, o con cualquier científico que fuera perseguido por pensar antes que por creer.
Tampoco estamos ante un peplum de aventuras al estilo de Hollywood. La conexión emocional del espectador con la película resulta dificultosa, en primer lugar por el lejano punto de vista que trata de marcar Amenábar (lo cual queda patente con los continuos planos cenitales en los que se llega a ver la Tierra desde el espacio exterior), pero también porque el meollo del asunto es de tal calado que los conflictos pasionales y políticos quedan eclipsados. Al final, Ágora acaba siendo un ensayo, con todo lo que ello implica. Es un alegato a favor de la razón y en contra del fundamentalismo de la fe; un retrato del clima que se vivió en aquella Alejandría en la que el velo religioso acabó imponiéndose a los ojos de muchos que intentaron hacer avanzar al mundo por la vía de la ciencia. En ese sentido debe valorarse la cinta y por ello se le puede perdonar cierto maniqueismo de brocha gorda en el tratamiento de los bandos, cierta apatía en la narración o ciertas licencias históricas sólo visibles a los ojos de los muy entendidos. Al final, lo que queda, es la perfecta comprensión de un capítulo de nuestra historia enormemente significativo y que permite extraer enseñanzas de validez atemporal.

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